La guerra en el Colegio de Médicos de León: un presidente eterno, un aspirante en Instagram y denuncias cruzadas

El pasado viernes 6 de junio el Colegio de Médicos de León acogió el acto de toma de posesión de su nuevo y casi eterno presidente, el doctor José Luis Díaz Villarig (Valencia, 1948), que afrontaba un nuevo mandato tras 27 en el cargo de forma ininterrumpida tras ser el único candidato en las elecciones que convocó a principios de la primavera. Aseguró que será el último. Una semana antes un centenar de personas protagonizaban una insólita manifestación contra el proceso del Colegio de Médicos de León pidiendo unas elecciones “limpias y transparentes”. Lo nunca visto en el colectivo médico leonés que Villarig domina sin casi contestación desde hace tres décadas, y al que varios de sus enemigos califican de 'cacique'.
Otro conocido médico leonés, el doctor José Pedro Fernández (León, 1958), intentó presentarse al proceso pero un cambio en las condiciones de las elecciones hizo imposible su candidatura. La toma de posesión de Villarig no significa que la situación haya acabado, ya que la candidatura opositora ha llevado los cambios del proceso electoral a los tribunales, a los que el jefe médico ha respondido con una denuncia por una presunta falsificación de firma en el proceso.
Villarig, especialista en otorrinonaringología, fue acompañado en su nueva entronización por los principales representantes de las instituciones públicas leonesas como el alcalde, José Antonio Diez, y nada menos que dos consejeros del Gobierno de Castilla y León, el de Medio Ambiente Juan Carlos Suárez-Quiñones y el de Sanidad Alejandro Vázquez. También fue político en la década de los 80, llegando a ser alcalde de la ciudad de León casi dos años, entre 1987 y 1988, en la época del llamado Pacto Cívico, que fue un acuerdo de Alianza Popular, cuya candidatura encabezó, con el PSOE y el CDS para que el 'leonesista' Juan Morano, que ganó las elecciones, no fuera regidor. Morano acabó en el PP y Villarig en el CDS tras una rocambolesca legislatura que tuvo tres alcaldes.
Villarig también es presidente del Consejo de Colegios Oficiales de Médicos de Castilla y León, un cargo que revalidó en febrero de este año y en el que lleva casi dos décadas. Además es presidente del Sindicato Médico CESM Castilla y León y de la provincia de León. También es asesor especial en la Organización Médica Colegial de España. Una acumulación de cargos que le sitúa en una posición de poder que le ha permitido situaciones como montar una bronca, y denuncia judicial, en plena pandemia con otro médico, el entonces vicepresidente Francisco Igea, por haberse sentido ofendido por unas palabras críticas.
Su rival en el proceso electoral del Colegio de Médicos de León no es ajeno tampoco a la política. José Pedro Fernández se hizo conocido en la pandemia con el cargo de gerente de Atención Primaria de León, que le valió el reconocimiento público por su transparencia en la gestión de la crisis derivada de la Covid. Afiliado del PP desde su juventud, acabó abandonando el partido tras ser cesado como gerente de Atención Primaria y gerente del Hospital de León y no ver cumplidas algunas expectativas políticas. Acudió a los tribunales y ganó a la Junta de Castilla y León la reposición en el puesto, aunque la consejería de Sanidad volvió a cesarle y dejó en ambos cargos a dos miembros del PP de probada fidelidad. Es, por tanto, un perfil correoso que, señala, solo quiere llegar al Colegio de Médicos de León “para limpiarlo”.
El Colegio de Médicos de León tiene además ahora un nuevo reto por delante, ya que la Universidad de León comenzará a impartir el Grado de Medicina en el curso 2026/2027, lo que le abre un abanico de nuevas posibilidades y nuevos colegiados.

El proceso electoral en cuestión
Son dos los principales motivos de queja y de recurso de la candidatura alternativa, la que intentó encabezar José Pedro Fernández. El primero fue la premura, que apenas dejó tiempo para preparar la terna y los avales, que finalmente fueron rechazados. El segundo fue la modificación de los estatutos y el endurecimiento de las condiciones para presentarse como alternativa, algo que Fernández critica que se hizo a la medida de Villarig y cuya legalidad éste defiende a capa y espada. Fernández ha presentado un contencioso-administrativo sobre esta modificación y confía en que la justicia le de la razón. También se presentó un recurso de alzada contra la desestimación de la candidatura.
El 11 de abril se convocaron las elecciones. Era el arranque de la semana Santa, Viernes de Dolores. Se estipuló que las candidaturas debían proveer 24 cargos o secciones, un número muy superior a los que recogen los estatutos, argumenta Fernández, y al menos dos de ellos -médicos de admisión y directores médicos de clínicas concertadas con el Sacyl- tan a la carta que serían “vocalías con no más de dos o tres médicos en su censo”. Fernández lo tacha de “arquitectura electoral”. Villarig insiste en que todo fue “conforme a unos estatutos aprobados por el Colegio de León en asamblea, por el de Castilla y León, por el nacional y sancionados por la Consejería de Presidencia” de la Junta de Castilla y León.
Los dos días siguientes, sábado 12 y domingo 13, se constituye la Junta Electoral, censos y calendario electoral, que se publican en fin de semana, y el miércoles 16 de abril se sitúa como último día para presentar las candidaturas. Fernández lo formaliza, según dice con casi 600 avales, pero presentando reclamaciones, las cuales se le desestiman pocas horas después. Y a continuación la Junta Electoral rechaza su terna, de modo que en la liza sólo queda la candidatura de Villarig, que ya no tendrá que enfrentarse a nadie en las urnas el 6 de mayo, día fijado para las votaciones. José Pedro Fernández lo califica directamente de “pucherazo”.
La precampaña electoral del proceso, al que tenían derecho de voto más de 2.800 médicos, fue bastante 'sui generis', con la candidatura de José Pedro Fernández insertando incluso anuncios en Instagram para contrarrestar las cartas que Villarig envió en su condición de presidente en ejercicio, “Usamos las redes sociales para llegar donde no nos dejaban”. “Solo queremos que haya urnas y un proceso limpio y trasparente”, incide Fernández.

Las denuncias cruzadas
“Un presunto falsificador: aquí la noticia es él y la noticia es esa”. Más claro no lo puede tener el veterano presidente del Colegio Oficial de Médicos de León, José Luis Díaz Villarig, que acaba de celebrar socialmente y por todo lo alto su enésima toma de posesión, cuando se refiere a su opositor electoral, José Pedro Fernández. “No es ninguna broma, ese tipo de cosas, si se demuestran, son falsificación de documento público, son delito penal, lleva pena de cárcel”, añade.
De este modo, acogiéndose a la querella que contra Fernández dice haber interpuesto un médico a quien José Pedro presentó como avalista e integrante de su propia candidatura electoral, pero que según él fue falsificando su firma, Villarig se limita sembrar la duda de legalidad sobre su rival en el reciente proceso electoral, el más tenso sin duda de las últimas décadas.
El litigio cruzado, judicializado en diferentes estamentos, es ahora la artillería entre ambas facciones, después de que según Villarig todo el proceso fuera limpio. Por eso, él minimiza la polémica y lo ve fácil: por un lado, defiende que, “como ocurre con el presidente del Gobierno”, el de un colegio profesional tiene la “prerrogativa” de elegir la fecha, algo que defiende como “lícito”; y a continuación “una Junta Electoral ha visto defectos en la candidatura (de José Pedro Fernández) y no le ha permitido presentarse. Punto”.
Fernández reconoce que se han podido producir “errores” en el acelerado proceso de recogida de avales, apenas 48 horas, pero niega cualquier tipo de irregularidad agradeciendo a quienes han ido en su candidatura porque son “unos valientes”. Y asegura que “asumo cualquier error, pero desde luego esto no puede ser una cortina de humo sobre el proceso electoral, que está viciado”. Tampoco descarta que se hayan promovido 'troyanos' en su candidatura para que finalmente no hubiera elecciones.
Más como valoración personal, el renovado presidente Díaz Villarig dice que “a mí me daría vergüenza” escenas como la protesta “con unas 60 personas que habría” ante la sede colegial, que menosprecia asegurando que de ellos “había como 20 médicos… de 3.000 que hay”, a los cuales además tilda de ser “todos los resentidos” contra sus muchos años de mandatario colegial.
Cree que los juzgados serán los que tengan al final la última palabra, en el caso de José Pedro Fernández por vía penal por “haber suplantado la identidad y haber falsificado una firma para una corporación de derecho público”, como es el Colegio Oficial; y en su caso por el contencioso que aquel ha interpuesto buscando demostrar alguna irregularidad de anule el proceso de su reelección, después de que la directiva que Villarig preside haya desestimado ya el recurso de alzada. “Vale, pues ya veremos lo que dice el contencioso cuando pasen, ¿qué?, tres o cinco o siete años…”. “Yo estoy tranquilo, me avalan muchos años, muchos apoyos; él que haga lo que le dé la gana, está en su derecho”.
Si José Pedro Fernández logra revertir el proceso y que haya unas elecciones y las pueda ganar hace una promesa, cambiar los estatutos del colegio y que se puedan presentar a los cargos personas con solo 5 años de colegiación, y no los 20 actuales, “todo esto es una estructura de viejos pellejos haciendo pequeños feudos”. Villarig prometió en su última toma de posesión que habrás más becas MIR y una agencias de viajes y una inmobiliaria con beneficios para los médicos en los locales de la sede colegial en la ciudad.